RODRIGO VARELA PODRÍA SER DEFINIDO COMO UN EVANGELIZADOR DEL ESPÍRITU EMPRESARIAL. ÉL DIRIGE UN CENTRO DE EMPRENDIMIENTO Y VIAJA POR EL MUNDO PREDICANDO. ESTA SEMANA ESTUVO EN LIMA.
En diferentes oportunidades usted ha hablado acerca del espíritu empresarial, ¿Cómo define este término?
Es una cultura, un conjunto de valores y actitudes que le permiten a una persona cumplir un papel dentro de la sociedad que genere cambio y cree valor. A veces, cuando se habla de espíritu se piensa que tiene que ver con religión, pero más bien debe ser entendido como una palabra referida al interior de la persona. Son sus creencias, sus valores, percepciones y sus formas de reacción ante las cosas. Lo mismo pasa con la palabra empresarial. Se cree que solo se refiere a la compañía con ánimo de lucro. Sin embargo, todo es empresa; es la vida de uno, las organizaciones que se forman, los objetivos de las personas. Por esto, un espíritu empresarial incluye toda actividad orientada por unos valores y principios que logre contribuir a que las cosas se lleven a cabo y que operen adecuadamente.
¿De qué forma actúa ese espíritu empresarial en el trabajo de los emprendedores?
Muchas personas se desarrollan pensando que la palabra trabajo solo acepta dos alternativas: o se es empleado o se es desempleado. No hay más. Y la verdad es que trabajo significa muchas cosas, pero paulatinamente se metió en la cabeza de las personas que la única forma de trabajar era para otro. Tenemos que reprogramar a la gente. Demostremos que se puede trabajar como empresario, de forma independiente. Este proceso se debe dar en distintos escenarios por distintos medios y debe tener como objetivo cambiar la manera de percibir y de concebir su vida.
¿Cómo se relaciona esto con una idea de negocio afectiva y una oportunidad en el mercado, teniendo en cuenta que muchos jóvenes tienen la intención de crear empresas?
Hay un proceso que sucede en todos lados: la gente no pega al primer golpe. Las personas deben hacer aproximaciones sucesivas antes de encontrar aquello que los pase del nivel de subsistencia al nivel de éxito. Lo importante es que la gente esté haciendo algo, que estén experimentando y que comiencen a aprender. Ahora: ¿Qué hacemos con ellos? Hay que darles apoyo, enseñarles cosas que no saben, porque un grueso de muchachos empieza a una empresa por necesidad, pero no tienen una formación básica
que les permita formar una organización. Se necesita educarlos y entrenarlos. Muchos, además, no tienen los contactos necesarios para llegar a nuevos mercados, entonces hay que presentarles gente que los ayude en ese proceso. Es como formar a un jugador de fútbol. Los jugadores, el primer día que entrenan no saben pegarle bien al balón y el entrenador tiene que enseñarles. Luego es obvio: hay momento en los que él fallará. Pero cuando se le da respaldo lo hará bien. No solo debe mirar el momento inicial de la creación de la empresa sino también el proceso de aprendizaje. Esto, para que luego de algunos años comiencen a meter goles.
Muchos estudios califican al peruano como emprendedor, pero todavía los niveles de fracaso de empresas son muy altos: dos de cada tres cierran al primer año…
Hay un estudio, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) realizado por el Babson College, que nos muestra varias verdades. La primera: hay muchos ciudadanos en nuestros países (de América Latina) interesados en crear empresas; pero también hay muchas personas a las que les está costando crearlas. Por lo tanto, necesitamos desde el ámbito político dedicarle mucha atención a este punto. Así como los gobiernos hacen planes para construir carreteras o infraestructura o telecomunicaciones tienen que iniciar procesos para empezar el desarrollo de una cultura empresarial. Esto significa reorientar algunos de los procesos educativos.
¿De qué forma se haría esto?
En Colombia en el 2006 lanzamos la Ley de Emprendimiento. Esta plantea que en todos los colegios y escuelas tiene que enseñarse esa temática. Los niños deben ser formados desde chicos para que cuando sean adultos tengan una noción de cómo crear empresas. Hay una realidad que cambió. Cuando yo era joven mis profesores me decían que debía formarme para ser empleado, y de allí nada más. Pero hoy es un pecado no mostrarle al joven que hay otras oportunidades y que tienen que prepararse, tanto para ser un buen empleado o un buen empresario. Y si es empresario debe ser creativo e innovador; el mejor.
Entrevista realizada por Miguel Ángel Farfán a PhD Rodrigo Varela,
Diario el Comercio sección Mi Empresa
Nota: los cuestionarios seran subidos mas tarde, esperar con paciencia. Gracias por visitar Hacemos Empresa
Soy Emily de la especialidad de Matemàtica y me parecio, muy interesante lo que publicaron acerca de "Todo es Empresa" cosa que es cierta pues nuestra vida es una empresa y me parece muy importante seguir el modelo de Colombia para formar niños,jovenes con espiritu empresarial.
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